Eco de un mundo desaparecido: molinos de rodezno
Próximos a los cursos de los barrancos o riachuelos de la Sierra, allá por el siglo XV, se comenzaron a levantar unas estructuras que servían para moler el cereal, el trigo y la cebada, principalmente. Estas estructuras son los molinos de rodeznos o hidráulicos, que en el siglo XVIII consiguieron su máximo apogeo cuando en la comarca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche se concentraban más de doscientos molinos.
El nombre de ‘molino de rodezno’ se debe a una de las piezas que la fuerza del agua movía para activar todo el mecanismo, la rueda hidráulica o rodezno. El mundo de la molienda, de los molinos y de los molineros es bastante complejo pero muy interesante, por lo que te invitamos a visitar este enlace para conocerlo.
Como ya pudiste imaginar, a través del enlace antes citado, existe un pueblo que es difícil de concebir sin la cultura de la molienda, este pueblo es Arroyomolinos de León. Te recomendamos una hermosa ruta para impregnarte del saber de un tiempo antiguo pero que aún resuena en el eco del tiempo. Existe una ruta cultural: Agua y Cereal. Molinos hidráulicos en Arroyomolinos de León. Además podrás visitar un antiguo molino reconvertido en Centro de Interpretación, “El Molino de Atanasio”.
Pero no pienses que sólo en Arroyomolinos de León existen molinos de rodezno, ¡están repartidos por toda la Sierra! La vecina localidad de Cañaveral de León cuenta con otro molino de rodezno recientemente restaurado y apto para la visita. Y lo mismo ocurre en Puerto Moral. Estos dos molinos se restauraron recientemente para ponerlos en valor como recurso turístico. Pero la gran mayoría de los molinos están sin restaurar. La belleza de los parajes en los que se encuentran y al estar cerca de los cursos de las aguas hacen que visitarlos en este tiempo sea bastante agradable, en Cortegana existe un “Sendero de los Molinos” que recorre el curso de un arroyo y las ruinas de varios molinos. Se trata de un sendero con un cierto halo de romanticismo y de gran belleza.
Deseamos que todos estos alicientes te animen a conocer el universo preindustrial de los molinos de rodeznos en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un universo donde la imbricación de factores físicos y humanos ha conformado un territorio donde el agua actúa como eje vertebrador y aglutinador de prácticas, saberes y testimonios materiales como resultado de diferentes procesos de adaptación del ser humano a su entorno.