La comarca de la Cuenca Minera supone el paso intermedio entre el litoral y la sierra y sus paisajes son el resultado de la conjunción perfecta entre la naturaleza y la actividad industrial. Sobre esta comarca se extienda la Faja Pirítica del Suroeste, considerada la explotación de cobre y pirita más importante de Europa y una de las más importantes del mundo. Fenicios, romanos y árabes quedaron impresionados por la importancia de estas minas pero la presencia británica fue la que produjo más desarrollo a la provincia. Durante el siglo XIX, los empresarios ingleses establecieron un amplio tejido industrial, trayendo nuevas tecnologías, medios de locomoción como el ferrocaril e incluso hábitos y disciplinas deportivas como el fútbol, el golf o el tenis, de los que Huelva es pionera en España. La huella británica ha perdurado en el tiempo a través del patrimonio arquitectónico, ya que en Minas de Riotinto y Nerva aún se conserva el legado dejado por estas empresas mineras.
La actividad humana es la que ha condicionado el paisaje de la Cuenca Minera. La orografía se ha ido alterando según las necesidades, dejando impresionantes cortas como las del Cerro Colorado, Peña del Hierro o Corta Atalaya, que conforman paisajes estelares en los que los colores rojizos, verdes y azules nos transportan a otro universo.
Una tierra bañada por las aguas del río Tinto, que desde tiempos remotos ha ido adquiriendo el color que le caracteriza. Se trata de un espacio singular que ha sido objeto de investigaciones científicas por parte de la NASA debido a su similitud con el planeta Marte.