Un enclave perfecto: Gibraleón
Gibraleón es un municipio que está situado en un enclave privilegiado: a pocos kilómetros de la capital, bordeado por el curso del río Odiel, a caballo entre la Costa y la Sierra, entre la Campiña y el Andévalo. Con una climatología típica de los municipios de la comarca costera, sus tierras disfrutan de mucho sol durante todo el año, lo que le garantiza una rica agricultura, dedicada a la vid, los cítricos, el girasol y el olivo.
El antiguo origen de esta villa data del siglo VI a.C. Su situación en un monte a 35 metros, lo confirió como emplazamiento estratégico en época romana, árabe y medieval, siendo un importante asentamiento musulmán en los tiempos de Al-Andalus. Sirvió como escenario de múltiples disputas y, finalmente, fue reconquistado por Alfonso X «El Sabio» en 1282. Carlos V lo convirtió en Marquesado, título que fue otorgado a Don Alfonso de Zúñiga, Duque de Béjar y mecenas de Miguel de Cervantes. Fue a este olotense, gentilicio con el que son conocidos a los paisanos de Gibraleón, al que le dedicó su obra más universal: «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha», donde hay una mención a estas tierras.
El hombre y la historia ha dejado su huella y su impronta en el paisaje este municipio, en donde no podemos dejar de ver y visitar las Iglesias de San Juan Bautista y de Santiago el Mayor, el Convento de Nuestra Señora del Vado y las ruinas del Castillo (Alcázar). Así como el recientemente construido Centro Olontense de Arte Contemporáneo – CODAC. Se trata de una importante y magnifica pinacoteca municipal que posee más de 200 obras de todo tipo de tendencias. Perfecto testimonio de la evolución de la pintura española desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad.
Gibraleón es una población de costumbres muy arraigadas, que podemos ver en la Feria de Ganado -actual Feria de San Lucas- que se celebra desde el siglo XIV. Además, Gibraleón es una tierra donde encontramos mucha afición al caballo y, por lo tanto, muy buenos jinetes. Aquí aún podemos encontrar tabernas o bodegas, denominadas zampuzos en el argot popular, donde se realiza la labor de pisar uvas y se vende este preciado caldo, el mosto, que maridan con una gran variedad de platos típicos del lugar, realizados con aceite de oliva de primera calidad. Y es que el aceite de Gibraleón resultó ganador del Primer Premio a los Mejores Aceites de Oliva Virgen Extra Español. Es por ello que en diciembre se celebra la Fiesta del Mosto y la Tostá, reuniendo a miles de lugareños y visitantes.
Dentro de su término municipal, tercero de mayor extensión en la provincia, se encuentra parte del Paraje Natural de las Marismas del Odiel, una interesantísima zona húmeda, tanto por su riqueza de avifauna como vegetal. Es por esto que el principal exponente del turismo en esta localidad es el Turismo de Naturaleza. Este es el punto de partida o zona de paso de rutas a pie, a caballo o en bicicleta. Cabe destacar la Vía Verde Litoral, que se encuentra entre las poblaciones de Gibraleón y Ayamonte y que recorre unos 49 km. a través de la antigua línea férrea entre estas dos localidades, pasando por Cartaya, Lepe e Isla Cristina y transcurriendo por zonas de gran vegetación y marismas de alto valor ecológico.
Gibraleón un municipio por conocer, ¡Ven y descúbrelo!