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Category Archives: Sierra de Aracena y Picos de Aroche

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Turismo saludable en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche

¡Fomentemos el turismo saludable! Los hábitos de vida sedentarios hacen que la comunidad médica recomiende realizar algún tipo de actividad física para una vida sana, dedicar al día al menos treinta minutos a caminar. Las personas, cada día, dedicamos más tiempo a realizar actividades deportivas y si éstas se dan al aire libre, en espacios naturales y en buena compañía hacen que estas actividades sean mucho más positivas.

Senderismo por Encinasola.

En nuestra Sierra encontrarás multitud de senderos con preciosas vistas.

Realizar ejercicio físico en ambientes saludables ayudan a las personas que lo realizan a mejorar su autoimagen, incrementar sus relaciones con los demás, controlar el peso, prevenir o controlar enfermedades como las cardio-vasculares, diabetes tipo 2, depresión, ansiedad, artritis y osteoporosis,… Esto sucede en la comarca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche con recursos naturales y paisajísticos excepcionales que constituyen un marco incomparable para la práctica de este ejercicio físico.

La Sierra cuenta con una amplia red de senderos, multitud de espacios habilitados para la realización de diferentes actividades adaptadas a todos los públicos y necesidades. También cuenta con una interesante oferta de empresas dedicadas al turismo activo que facilitan a realizar actividades al aire libre de forma divertida. Además, algunos municipios han realizado una apuesta clara por potenciar las actividades saludables y han potenciado las actividades deportivas, tanto competitivas como turísticas. Algunos de estos municipios son Santa Ana la Real, Cala, Almonaster la Real, Encinasola, Aracena o Jabugo, entre otros.

Si te gusta el deporte y la vida sana, ven a la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y disfrutarás de lo lindo.

Aquí te dejamos algunas páginas de interés para que empieces desde ya a practicar turismo saludable:

Federación Andaluza de Ciclismo

GR Sierra Morena

Senderos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche

Marcha Nórdica Santa Ana la Real

Empresas de Turismo Activo en el entorno


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Conjuntos históricos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (II)

En una entrada anterior hablábamos del entramado urbano de los pueblos de la Sierra pero la Sierra de Aracena y Picos de Aroche es una comarca que cuenta con veintinueve municipios de los que catorce tienen declarados sus Conjuntos Históricos como Bien de Interés Cultural.

En esta entrada os hablaremos de los elementos que destacan de los pueblos que tienen sus conjuntos históricos declarados BIC. Estos pueblos son:

  • Alájar: el Conjunto Histórico de esta población no se entendería sin la Peña de Arias Montano y el valor paisajístico de su enclave, los elementos monumentales son la iglesia de San Marcos y la ermita de la Reina de Los Ángeles.
  • Almonaster la Real: Dentro de su caserío destacan varias casas señoriales, la portada Manuelina de la iglesia y el legado musulmán, destacando la mezquita del siglo X.
  • Aracena: posiblemente el pueblo más monumental de la Sierra, destacamos sus iglesias, castillo, la Gruta de las Maravillas y los edificios modernista del arquitecto regionalista Aníbal González.
  • Aroche: destaca la adaptación de su caserío a la orografía del terreno, sus casas señoriales, el castillo almohade, la iglesia, la Cilla (sede de la exposición permanente de arqueología y del museo del Santo Rosario) y sus puentes.
Vista aérea de Aroche.

Vista aérea de Aroche.

  • Castaño del Robledo: de esta localidad debemos reseñar la homogeneidad de su caserío y la importancia de las solanas en sus viviendas, roto por sus dos iglesias, una de ellas inacabada.
  • Corteconcepción: esta localidad la conforman dos núcleos urbanos, La Corte y Puerto Gil, ninguno ha podido absorber al otro lo que otorga al pueblo un carácter diferente. Los elementos que destacan son la iglesia en la Corte y la ermita de San Juan en el Puerto.
  • Cortelazor la Real: observamos la homogeneidad de su caserío en el que destacan los elementos monumentales de la iglesia y del Olmo, situado en la plaza a la que le da nombre.
  • Fuenteheridos: de esta localidad también debemos reseñar la homogeneidad de su caserío y la importancia de las solanas en sus viviendas. Dentro de la población sobresale la esbelta iglesia, la plaza del Coso y la fuente de los Doce Caños.
  • Galaroza: sobresale del caserío la iglesia y la ermita de Santa Brígida. Un elemento distintivo en este municipio es el agua, marcando la importancia de fuentes y acequias y extendiéndose por el ruedo del municipio.
Vista de Galaroza.

Galaroza.

  • Higuera de la Sierra: los edificios más interesantes son la Ermita de San Sebastián (de estilo barroco), su plaza de toros del siglo XVI y la Ermita de la Virgen del Prado.
  • Linares de la Sierra: de las calles de su casco urbano destacan los “llanos”, empedrados artísticos a la entrada de las casas. Los elementos patrimoniales más importantes son una fuente con lavadero y la Iglesia de San Juan Bautista del siglo XVIII.
  • Los Marines: pueblo típico serrano del que destaca la iglesia y su lavadero.
  • Valdelarco: en su pequeño casco urbano el edificio más sobresaliente es la iglesia parroquial, fechada en el siglo XVIII y de estilo neoclásico.
  • Zufre: el entramado de su casco urbano y los restos de su muralla almohade definen su origen musulmán. Su iglesia y cabildo marcan la importancia del municipio en la Edad Moderna. Otro elemento a destacar de esta localidad es el Paseo de los Alcaldes, que ofrece a sus visitantes unas impresionantes vistas.

El estado de conservación de estos pueblos es lo que ha posibilitado que fueran declarados BIC. Se trata de la necesidad de preservar poblaciones auténticas y genuinas de de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Así que ya sabes, la próxima vez que vengas detente un minuto a escudriñar sus calles, te sorprenderán.


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Conjuntos históricos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (I)

La Sierra es un Conjunto Histórico por sí mismo. Al visitar las localidades serranas disfrutaremos de sus casas, sus plazas, sus iglesias, sus castillos, sus calles, sus puentes y todo su entorno natural. La fisionomía de las poblaciones de la Sierra tiene un carácter propio que las hace claramente definibles. La agrupación de los diferentes bienes inmuebles que forman estas localidades, condicionados por la orografía y por la evolución de sus poblaciones, son testimonios de su cultura y constituyen un valor de uso y disfrute para su población.

Cortegana. Autor: Julián López Pastor.

Cortegana. Autor: Julián López Pastor.

Las características de los pueblos serranos en términos generales son:

La adaptación a la orografía del terreno. Pequeñas montañas y valles definirán el entramado urbano. Calles que se adaptan a las curvas de desnivel y que otorgan a los pueblos un carácter continuista con respecto a la naturaleza que les rodea.

El caserío se define por parcelas con viviendas de poca altura pero con soberado, con fachadas blancas de cal y tejados a dos o tres aguas, cubiertos por tejas árabes, con pequeños vanos. Dentro de estas parcelas también son importantes las zonas no destinadas a viviendas como los patios o corrales.

Calles de Hinojales.

Calles de Hinojales.

Este caserío suele estar salpicado por algunos elementos monumentales, con alguna vivienda señorial y sobre los que suelen destacar la iglesia y el castillo, en caso de que lo tengan. Referente a los espacios públicos destacan sus calles empedradas, los lavaderos y fuentes y sus plazas.

Otro elemento importantísimo de los pueblos de la Sierra es el ruedo o contorno del municipio. Se trata de pequeñas propiedades que en épocas pasadas surtían de alimentos a la localidad, por ello es normal que sean huertas, huertos de frutales, olivares… En definitiva, elementos que aseguraban la vida en las poblaciones.

Estas características las podemos ver en los veintinueve pueblos de la comarca, excepto en Rosal de la Frontera que, al ser el pueblo más joven de la comarca, su trama urbana responde a una población de tipo reticular, propia del momento en el que se fundó. El resto de municipios serranos tienen su origen en la Edad Media, bien en periodo de dominación musulmana (casos de Aroche o Zufre) o de periodo de dominación cristiana, que son la mayoría.

Vista urbana de Aroche en la que destaca su fortaleza. Autor: Diego Ríos.

Vista urbana de Aroche en la que destaca su fortaleza. Autor: Diego Ríos.

También será importante en la evolución de los conjuntos históricos el desarrollo socio-económico de las poblaciones: más agrícola, como Hinojales; o más industrial, como sucede en Jabugo o en Cumbres Mayores.

Te invitamos a visitar los pueblos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche e intentes comprender su devenir a lo largo de los tiempos, simplemente disfrutando de sus Conjuntos Históricos. Ven a la Sierra, te esperamos.


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Turóbriga, el único yacimiento arqueológico romano visitable de Huelva

En Aroche encontramos el yacimiento arqueológico romano de Turóbriga, una ciudad del siglo I d.C. que se ubica en la zona conocida como los Llanos de la Belleza. Además de esta ciudad romana, también podrás disfrutar de la ermita de San Pedro de la Zarza, más conocida como ermita de San Mamés, por ser allí donde se celebra, cada mes de mayo, una romería dedicada a este santo. Su nombre hace honor a su belleza, ya que se trata de un valle realmente hermoso entre el curso del río Chanza y Los Picos de Aroche al norte y el municipio de Aroche al sur. Resulta fácil entender que se quiera vivir aquí.

Quizás eso pensaron los fundadores de la ciudad romana de Turóbriga, único yacimiento arqueológico romano visitable de toda la provincia onubense e imprescindible para entender la romanización de estas sierras. Adentrándonos en la historia, la fundación de esta ciudad data de mediados del siglo I, siendo el emperador Nerón, y responde al interés por controlar un espacio fronterizo convulso, debido a su participación en las rebeliones Lusitanas y en la guerra de insumisión sertorianas, al que se desplazaron ciudadanos latinos para conseguir una rápida romanización y así proteger la zona de la Cuenca Minera.

Excavaciones de  una casa de Turóbriga.

Excavaciones de una casa de Turóbriga.

En el siglo III, la ciudad se abandona definitivamente, sirviendo de cantera de materiales para todas las construcciones cercanas. Las dimensiones de Turóbriga pueden alcanzar las 10-12 hectáreas, donde destacan el foro o plaza pública, las termas, parte de una vivienda “la casa de la Columna” y el Campus. Dentro del foro se conservan restos del templo, la curia o el espacio porticado de la plaza. En las termas o baños de la ciudad se han documentado cuatro piscinas, canalizaciones de desagüe y salas anexas a los baños.

Por su parte, la ermita de San Pedro de la Zarza es de una época bastante posterior. Abandonada la ciudad romana, otros pueblos pasaron a dominar este valle: visigodos, musulmanes, portugueses y hasta llegar a los castellanos, a finales del siglo XIII. En esta época se construye sobre la antigua basílica romana una ermita de las denominadas de repoblación. Es de planta basilical con tres naves separadas por arcos apuntados enmarcados sobre alfiz y presbiterio con bóveda nervada gótica, todo ello de gran valor artístico, en la que destacan los frescos del siglo XIV-XV.

Foro de Turóbriga  y ermita de San Pedro de la Zarza.

Foro de Turóbriga y ermita de San Pedro de la Zarza.

Tras la última parada en la ermita, se termina la visita del yacimiento arqueológico situado en los Llanos de la Belleza pero podrá ir a la Exposición Municipal Arqueológica de La Cilla, en el municipio de Aroche, y profundizar en los conocimientos de la historia del lugar. La Sierra es naturaleza y mucho más.


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El castañar de la Sierra, un lugar para la magia

Todos los ecosistemas que existen en la Sierra tienen mucho encanto y magnetismo pero existe uno que resulta especialmente atrayente. Este lugar es el castañar de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Desde la infancia, a las personas nos gusta caminar por entre los castaños, sentir como nos hundimos en su tierra marrón, sus olores, sus colores, la rugosidad de los troncos de los castaños, el erizo que guarda con celo el aterciopelado fruto. Pero lo que más gusta y queda en la mente es ver pasar las estaciones del año. En la Sierra de Aracena y Picos de Aroche en cada estación el castañar muestra una forma diferente.

Ya de mayores, seguimos paseando por los castañares y continúa sorprendiendo a los caminantes. Da lo mismo que se pase todos los días por el mismo sitio, aunque se cruce la Sierra diariamente de este a oeste, cada día el castañar se muestra distinto, notando el paso de la estación en este bosque alóctono.

Castañar de Castaño del Robledo.

Castañar de Castaño del Robledo.

Y es que, aunque parezca que este bosque ha estado aquí desde siempre, no es así. El castañar es un bosque que se cultivó por primera vez por los repobladores castellanos leoneses a finales del siglo XIII. Al parecer, los primitivos castaños que se sembraron en estas montañas son de la comarca de El Bierzo.

La visita al castañar serrano es casi una visita obligada. En primavera verás el renacer de las hojas lentamente; en verano se puede disfrutar del verdor de las hojas y de las flores del castaño en un ambiente fresco y muy aromático; el otoño es la estación de la caída de la hoja y del fruto y se pueden disfrutar de los colores más maravillosos y sorprendentes; y en invierno el castañar se viste de misterio, permanece desnudo de hojas y su tronco y ramas parecen desafiarnos a adentrarnos en él, se convierte en el escenario perfecto de cuentos y leyendas.

Castañar de Castaño del Robledo.

Castañar de Castaño del Robledo.

El castañar encierra mucha magia y encanto a la mano, o mejor dicho, a los pies de cualquiera que se quiera adentrar entre los senderos que lo recorren. Aprovecha ahora, quizás puedas ver el castañar de invierno y el de primavera a la vez.


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Descubre la Sierra a través de sus puentes

Ahí, quieto, suspendido en el vacío, sirviendo de nexo, uniendo dos orillas, evitando obstáculos, facilitando el avance a personas, animales o vehículos… Obras de ingeniería llenas de simbolismo y de belleza, en algunos casos considerados obras de arte. Quizá sea la suma de todo lo anteriormente expuesto lo que te invita a contemplarlos y a deleitarte en ellos.

Puente romano de la Tenería en Almonaster la Real. Autor: Feliciano Martín Palomo.

Puente romano de la Tenería en Almonaster la Real. Autor: Feliciano Martín Palomo.

La Sierra de Aracena y Picos de Aroche cuenta con varios ejemplos de estas obras de ingeniería. Los puentes más antiguos datan de época romana y algunos de ellos son el Puente Romano sobre el río Odiel entre las localidades de Aracena y Campofrío; el Puente Viejo entre las antiguas poblaciones romanas de la Unión y Arucci, en el término municipal de Aroche; y el Puente de las Tenerías a la salida de Almonaster la Real, por él pasaba la antigua Vía Julia.

Durante la Edad Media también se construyeron puentes y también contamos con un ejemplo de puente medieval en el municipio serrano de La Nava. Este puente se construyó por los propietarios de los múltiples molinos de la zona para facilitar el paso a las personas que venían a moler sus cereales.

Durante los siglos XV y XVI se continuaron construyendo puentes, el puente de Los Cabriles y del Sillo, ambos sobre el Múrtigas y a pocos kilómetros de Encinasola; o el Puente de Los Pelambres a la salida de Aroche, que funcionó como Aduana Real en tiempos de Felipe II.

Puente Pelambres. Aroche.

Puente Pelambres. Aroche.

Más actual es el Puente de la Gitana en Arroyomolinos de León en la ruta del Agua y Cereal. Y el Puente del Infierno, junto a la carretera N435 en el término municipal de La Nava.

Puente de la Gitana. Arroyomolinos de León.

Puente de la Gitana. Arroyomolinos de León.

Estos son algunos de los puentes repartidos por la geografía serrana. Muchos de estos están envueltos por una aureola de romanticismo debido a su estado de abandono y otros, al verlos más cuidados y restaurados, definen el gusto de sus vecinos por su historia. Existen más puentes en la Sierra pero sirvan estos ejemplos para invitarte a detenerte un momento, a observarlos y, cómo no, a cruzarlos. Descubre Huelva, ven a la Sierra.


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Degusta el oro líquido serrano

El olivo es el símbolo de la cultura mediterránea, la misma que nos une y nos diferencia a tantos pueblos. La historia de este árbol va ligada a nuestra historia. Aparece allá por la antigua Mesopotamia (4000 a. C.) gracias a la domesticación del acebuche. Se podría decir que el olivo nació junto a las civilizaciones. Ha sido testigo que pasa de una a otra civilización, de la mesopotámica a la cretense; de la cretense a la griega; después a la fenicia y también a Roma, que se encargó de difundirlo por todo el Mare Nostrum. El olivo se adaptó y permaneció en esas nuevas culturas.

Estampa típica de algunos municipios de la Sierra como Encinasola.

Estampa típica de algunos municipios de la Sierra como Encinasola.

El olivo también se hizo su hueco en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se acomodó al lugar que le cedieron: lugares de difícil acceso que eran malos para la agricultura y se encontraban en los ruedos de los pueblos, lo que satisfacía las necesidades de locales de consumo.

El olivar serrano ha pasado por momentos de esplendor ya que en casi todos los pueblos existían almazaras; pero también de decadencia porque todas estas almazaras desaparecieron. El momento actual marca un inicio: están apareciendo nuevas almazaras en pueblos serranos, almazaras que están apostando por un producto de calidad y ecológico, lo que supone una nueva oportunidad para el olivar y para la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Así que si vienes a la Sierra, ya sabes, no olvides degustar el oro líquido serrano.


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La Dehesa y su uso en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche II

En efecto, actualmente, la cría del cerdo ibérico y las actividades tradicionales relacionadas con la explotación de este recurso, son lo más representativo y dinámico de la Dehesa. El mundo que rodea al cerdo ibérico en la Sierra va más allá de una simple cuestión ganadera. En torno a este animal gira toda una forma de entender la vida, un vocabulario específico, unos oficios, fiestas, etc., que le dan un fuerte carácter a toda la comarca y que, probablemente, se remonten a la llegada de repobladores castellano-leoneses en el siglo XIII, como lo atestiguaría el Fuero de Montánchez de 1236.

El cerdo ibérico es una especie autóctona de crecimiento lento y adaptada al hábitat adehesado de encinas y alcornoques con poco pasto. Su crianza es lenta y laboriosa y comienza desde el momento en que los lechones se apartan de la madre a los 45 días de nacer cuando ya tienen un peso de una arroba (11’5 Kg.). Tras un periodo de cuidados extremos en el destete y cuando ya pesan tres arrobas, comienza la recría durante la que el animal desarrolla su musculatura y su esqueleto y es capado, tarea que todavía realizan los capadores, profesionales especializados.

Tras alcanzar un peso de hasta 9 arrobas comienza la montanera, o forma de engorde tradicional, aprovechando los recursos alimenticios de la Dehesa. En esta fase de la cría (entre noviembre y febrero) es fundamental el papel del porquero, profesional tradicionalmente encargado de conducir las piaras de cerdos por la Dehesa provisto de una zurriaguera (vara larga con una soga atada a un extremo) para hacer caer las bellotas de las encinas y los alcornoques y facilitar la alimentación natural del cerdo.

Ganadería montanera en Cortegana.

Ganadería montanera en Cortegana.

Ya iniciada la montanera, en diciembre, los propietarios se reúnen para tratar o vender sus piaras. Más adelante, cuando el engorde ha terminado, se fija un día para realizar el peso, acontecimiento que todavía en muchos lugares constituye una fiesta. Los hombres llegan por la mañana al lugar del pesaje donde eran agasajados con bebidas y dulces por los anfitriones. Para la realización del peso se utilizaba la romana. Unos pesaban, otros apuntaban el peso y otros ejercían de testigos o acompañantes, tanto del comprador como del vendedor. Para agasajar a las personas que se reunían para ayudar al peso se elaboraba la sopa de peso, caldo muy consistente elaborado con carnes muy diversas (chivo, gallina, pavo, etc.) y servido en lebrillos de donde todos comían juntos acompañándolo de rebanadas de pan, huevo duro y hierbabuena. La comida de la sopa de peso pone fin a la crianza del cerdo, que, de allí, será transportado al matadero, en un ambiente de trabajo muy festivo.

Un día de montanera en Jabugo.

Un día de montanera en Jabugo.

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La Dehesa y su uso en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche I

La Dehesa es uno de los mejores ejemplos de integración sostenible entre espacio natural y actividad humana, resultado de muchos siglos de explotación respetuosa de un bosque natural aclarado para pastizal. Ese bosque natural mediterráneo de especies vegetales de hoja perenne (alcornoque, encina, etc.) se asienta en un suelo empobrecido, formado a partir del sustrato geológico paleozoico, y alberga una fauna natural muy diversa (linces, rapaces, herbívoros, etc.).

Dehesa de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Autor: Javier Hernández Gallardo.

Dehesa de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Autor: Javier Hernández Gallardo.

La explotación tradicional de la Dehesa tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando la zona, fuertemente castigada por las guerras con Portugal, fue repoblada por gentes venidas de Asturias y León. El bosque natural fue limpiado de matorral, despejando extensas zonas para pastos en los que se conservaron los árboles de mayor porte. La zona se adaptó, por tanto, para una explotación ganadera extensiva, introduciéndose entonces distintas especies autóctonas de la Península (cerdo ibérico, vaca retinta, oveja merina y cabra serrana). Esta explotación ganadera se compaginó con la agricultura de secano, allí donde el terreno lo permitía (vid, cereal, lino, castaño, olivo…) y, donde abundaba el agua para la huerta. Pero la Dehesa ofrecía muchos más recursos naturales: caza, miel, setas, madera, plantas medicinales y aromáticas, etc.

La Dehesa, explotada de forma comunal, se privatiza en el siglo XIX con las desamortizaciones. Actualmente, y tras la crisis de los años 60 del siglo XX en que muchas zonas de repoblaron con pino o con eucalipto, los usos tradicionales de la Dehesa se están recuperando, en particular, el cerdo ibérico, lo que se ha visto favorecido por la declaración como Parque Natural y Reserva de la Biosfera.

Pasar un día de relax en este entorno es todo un placer. Autora: Ángela González Pérez.

Pasar un día de relax en este entorno es todo un placer. Autora: Ángela González Pérez.


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Sube a lo alto de la Sierra, descubre la mezquita de Almonaster la Real

La Mezquita de Almonaster la Real. El deleite que encontrarás al llegar será intenso: mira el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche; piérdete con la mirada en el verde y en las ondulaciones de las sierras; respira el frescor de los días cálidos y el frío penetrante del invierno; mira con los ojos del tiempo e intenta descubrir cómo sería este lugar cuando desde aquí se oraba a Alá. Observe el genio creador del hombre reflejado en la mezquita, un edificio sencillo, austero, sobrio… recréate en la tosca fuente, escucha el agua, mira el tiempo pasar. Cómo un momento es el inicio y el fin de otro, mire los restos romanos y visigodos que sirvieron para edificar este templo. Busca las peculiaridades del edificio. Estamos ante una auténtica joya para la Historia del Arte y para el disfrute de los sentidos, enclavada en un cerro y coronando Almonaster la Real.

Mezquita de Almonaster. Autor: Marcos Manuel Gómez Carmelo.

Mezquita de Almonaster. Autor: Marcos Manuel Gómez Carmelo.

La mezquita fue edificada durante el reinado de Abd al-Rahman III, en época Califal (entre los siglos IX y X). Tiene dos espacios fundamentales y diferenciados: la sala de oraciones hipóstila (haram) y el patio de abluciones (shan). Un tercer elemento importante es el alminar, desde donde el almuédano llama a la oración. El haram, de planta irregular, está formado por cinco naves -la central más ancha- perpendiculares al muro de la qibla, en cuyo centro se halla el mihrab más arcaico de la península, cubierto por media bóveda de horno, y alfiz con arco de herradura. Las columnas y capiteles del haram están construidos con material de acarreo, romano y visigótico; y los arcos, de ladrillo. El shan, excavado en la roca, es de planta irregular, casi cuadrada; la pila de abluciones está labrada en granito de forma tosca. El alminar sólo conserva de época islámica el tercio inferior y se accede a él a través de una escalera que gira en torno al machón central.

La mezquita de Almonaster la Real, única en España, se convirtió en iglesia cristiana a principios el s. XIII, tras la conquista por parte portuguesa. Se le añade un interesante ábside, cambiando su orientación. En el s. XVI el edificio fue remozado: se abrió la puerta del muro meridional, se añadió el porche, se labró la sacristía y se sumó al alminar un cuerpo de campanas. En el XVIII, el ábside cristiano se cubrió con una bóveda con pinturas al fresco, hoy día muy deterioradas.

Anímate y sube hasta uno de los lugares más altos de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y piérdete en su inmensidad.

La mezquita corona la Sierra y ofrece panorámicas preciosas al atardecer.

La mezquita corona la Sierra y ofrece panorámicas preciosas al atardecer.


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